Traza de la planta urbana del pueblo
El trazado de la planta urbana del pueblo fue realizado con proyección de futuro.
El área total del pueblo, fue originariamente de 684 hectáreas, 3 áreas y 25 centiáreas, o sea, 405 cuadras. Cada manzana con una superficie de 1 hectárea, con avenidas de 30 metros de ancho .y calles de 20 metros de amplitud.
Plazas y parques: los espacios verdes habían sido convenientemente distribuidos dentro de este trazado y en la siguiente forma:
Un parque de 6 cuadras y 4 triángulos (manzanas cortadas por diagonales) entre avenida de circunvalación 9 de julio y diagonales de avenidas Obous y Langen.
Plaza San Gustavo: de cuatro manzanas, las números 51, 52, 65 y 66.
Plaza Moreno: de una manzana, la numero 179
Plaza Belgrano: la manzana 168
Avenidas en diagonales: todo hace suponer que el trazado del pueblo lo hizo el ingeniero Gustavo Schnoukens tomando como modelo el de la ciudad de La Plata fundada por Dardo Rocha en 1882, ya que al igual que aquella ciudad, a San Gustavo se la dotó de 15 avenidas en diagonales.
Algunos pobladores del pueblo en 1889: Bautista Bracco, Tomas Smith, Antonio Ibáñez, Ernesto Bunge, Julián Acosta, Antonio Demierre, Alejandro Domenicone, Agustín Vélez, Zini (propietario de un gran taller de reparaciones de máquinas a vapor e implementos agrícolas), entre otros.
Dentro de un panorama halagador y cuando ya estamos en 1890 pueblo y colonia crecían y se afirmaban. Se habían limpiado buena parte de los campos, a una mayor extensión de la tierra destinada al cultivo de trigo, mientras que en el pueblo donde estaba la administración se habían edificado buen número de viviendas y se instalaban negocio como la casa de Ramos Generales y hotel de Don Pedro Goicochea, la panadería de los hermanos Santuchi, la herrería y taller de reparaciones de implementos agrícolas de los hermanos Laval y lo que más sobresalía era el Molino Harinero de Domingo y su hermano Andrés Bonzi, donde en los mejores años de cosecha de trigo se elaboraban hasta 2000 toneladas de trigo produciendo una harina de muy buena calidad.
Bibliografía: Estanislao Néstor Córdoba. (1995). Apuntes históricos de la Colonia y el Pueblo de San Gustavo. 1889-14 de marzo-1989.
Imágenes del molino harinero a través del tiempo
Entre 1894 y 1900 la colonia sufrió un verdadero desastre con la sequía y las invasiones de langostas que exterminaron las cosechas. Con este fracaso cundió el desaliento entre los colonos que paralizados por falta de recursos para seguir la empresa, hicieron abandonos de sus predios, arrastrando consigo en este desastre también al pueblo que sufrió en igual medida las consecuencias de una paralización en su vida comercial. El molino harinero, ya con problemas para colocar en La Paz su producción cerró, quedando depositados en grandes galpones del ex frigorífico de Puerto Márquez toneladas y toneladas de bolsas de harina, la que tiempo después hubo de ser arrojada al Rio Paraná, agorgojada.
El molino absorbía casi en su totalidad la producción de trigo de la zona, utilizándola en la elaboración de harina en gran escala.
Durante los primeros años trabajó en turnos corridos, diurnos y nocturnos, con una producción de gran tonelaje. La harina que era de primera calidad, empezó a ser colocada en los comercios de La Paz, pero por diversas causas, en determinado momento la mercadería no fue adquirida por los comercios paceños, y por otra parte, el mercado rosarino que también compraban la producción de este molino dejó de hacerlo.
La cosecha de los años 1898 y 1900, en la colonia había fracasado debido a la gran sequía y el azote de langostas, y sin vender la producción y con falta de materia prima, terminó por cerrar sus puertas.
Los colonos que abandonaban las tierras, demolieron sus casas, vendieron los escombros y muebles, como así también vajillas y hasta objetos de arte que habían traído consigo.
El gran taller mecánico y de herrería quedó paralizado y despidió a su personal. Una manzana de tierra en el pueblo se vendía a trece pesos o se lo permutaba por una bolsa de harina más o menos de igual valor.
Bibliografía: Estanislao Néstor Córdoba. (1995). Apuntes históricos de la Colonia y el Pueblo de San Gustavo. 1889-14 de marzo-1989.
Restos de antigua herrería y taller de reparaciones de implementos agrícolas de los hermanos Laval: allí se hacían todos los trabajos necesarios para la colonia agrícola de San Gustavo. Se enllantaban las ruedas de los carros, se estiraban las rejas de los arados mancera y todo tipo de reparaciones de herramientas. Funcionó en la misma época que el molino. Luego, con los años se instala una panadería (aún se observan sus restos).